jueves, 24 de marzo de 2011

Una habitación propia...






En las reuniones mantenidas con el grupo de las “faranduleras de la trasera” , a las que ofrecí mi colaboración en el “make off” de la exposición de una habitación propia, en uno de nuestros encuentros, me comentaron el trabajo que están realizando acerca del contexto que rodea la preparación previa de una exposición, así como las diferentes personas que intervienen en ellas. Su cometido es la investigación de la que van elaborando una documentación a través del seguimiento y la información que van consiguiendo.
La cuestión es que grabando un video de algunos cuadros de la exposición “Una habitación propia” , de la que recientemente han realizado el “make off” antes aludido , me doy cuenta que el discurso que se pretende bajo este título es demasiado forzado y a poco que lo analicemos se trata de exponer una serie de fotografías de mujeres que precisamente no tienen esa sensación de marcar un territorio , si no que accidentalmente se encuentran en él, nítidamente, podríamos decir casi espiritualmente, con matices excesivamente romántico que no obedece a la realidad de la mujer actual, bastante más amplio que se mueve entre la superwoman ( mujer súper explotada, o sea la que lleva el trabajo de casa no remunerado y el de fuera de ella) o la mujer que son víctimas y mártir de su pareja (representación que se evidencia en algunas de las fotografías). Algo que no tiene nada que ver con la habitación propia, (reivindicación de espacio que hacía Virginia Wollf) en todo caso la ausencia de ese lugar, la falta de conquista material del mismo. No obstante las fotografías y dentro de otro contexto consiguen un gran hiperrealismo gracias a su magistral y elogiable técnica.
Destacar la obra fotográfica inquietante de “Alicia” donde Alicia ya no se encuentra en casa, Alicia solo es un reflejo en la habitación abandonada, imaginamos que existe o habita ya en otro espacio tal vez ese lugar al que aspiramos.

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